Actualmente, en Venezuela, se ha observado un fenómeno meteorológico conocido como calima o calina, que tiñe el cielo con diversos colores.
Este fenómeno se intensifica durante la temporada de sequía, entre febrero y mayo, y en el 2024 ha sido más notable debido a los incendios forestales provocados mayoritariamente por actividades humanas. La calima afecta la calidad del aire y la visibilidad, dando al cielo tonos blancos, marrones o anaranjados al amanecer y atardecer, debido a la presencia de partículas en suspensión como polvo, humo o cenizas.
En el caso de Venezuela, se ha identificado dos tipos de calimas o calinas. La tipo A se produce por fenómenos naturales como el polvo, sales (como el sodio) u otros elementos ambientales. Por otro lado, la tipo B está asociada con eventos específicos, como incendios forestales u otras fuentes contaminantes.
La detección y seguimiento de estos incendios forestales se lleva a cabo a través del sensor MODIS (Moderate Resolution Imaging Spectroradiometer) instalado en el satélite TERRA de la NASA.
En el caso de Venezuela, se ha identificado dos tipos de calimas o calinas. La tipo A se produce por fenómenos naturales como el polvo, sales (como el sodio) u otros elementos ambientales. Por otro lado, la tipo B está asociada con eventos específicos, como incendios forestales u otras fuentes contaminantes.
La detección y seguimiento de estos incendios forestales se lleva a cabo a través del sensor MODIS (Moderate Resolution Imaging Spectroradiometer) instalado en el satélite TERRA de la NASA.
Este sensor ha revelado que en territorio venezolano se registran aproximadamente 500 incendios forestales diarios, siendo esta la principal causa de la calima que actualmente se observa en la región.
Foto e información: Bomberos Palavecino