¡Na'Guará!

Una avenida llamada Hermano Nectario María

Av. Hmno Nectario María 1987
Así se veía para el año de 1987 la construcción de una planificada vía que rozaría casi a la orilla del río Turbio y cruzaría toda la Ciudad con el propósito de aliviar el siempre incómodo congestionamiento vehicular para el entonces.

Pero esta rápida y activa vía, mal llamada la "Ribereña" llenaría un gran espacio y con ello igualmente se le otorgaría muy merecidamente el nombre de uno de los personajes más importantes que a esta ciudad ha pisado en el que Barquisimeto y el país aún tiene contraída una gran deuda con el nombre del Hermano Nectario María, quien fue ante todo un hombre de incalculables valores un ser humilde, un religioso de preparación única y además hijo de la congregación del colegio San Juan Bautista de la Salle.

Este culto hombre que se propuso a servir desde principios del siglo pasado esta tierra junto al también y recordado comerciante francés Don Eduardo Lindheimer y un gran grupo de barquisimetanos a dar el alma en la creación y establecimiento de esta congregación que finalmente se funda el 16 de febrero de 1.913 en Barquisimeto.

Pero además de su recta y preparada formación docente este religioso fue un hombre que se destacó por su sobresaliente inteligencia, fue un inquieto Investigador un amante de los estudios de las ciencias naturales. Esto sin contar que ya contando con apenas 25 años de edad poseía una sólida formación lograda en los más afamados institutos Europeos destinados a la enseñanza de los niños, seguidor de la mineralogía, funda en el mismo colegio el primer equipo de béisbol en el Estado Lara, pero igualmente el Hermano Nectario María es un personaje distinguido al que además de ser un excelente pedagogo se interesa por la historia cuestión que de allí en su larga preparación es elegido para viajar en 1.948 a visitar los archivos generales de Indias en Sevilla para buscar la documentación y así facilitar la dilucidacion del lugar exacto de la fundación de Barquisimeto.


Fotografía y Texto: Carlos Guerra (@kikewar)

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